¿Los perros sueñan?
La ciencia ha confirmado que los perros también sueñan, al igual que los humanos. Sus fases del sueño son similares a las nuestras, incluyendo la etapa de movimientos oculares rápidos (REM), considerada crucial para la actividad onírica. Durante esta fase, los perros experimentan un estado de relajación profunda en el que su frecuencia cardíaca y respiratoria disminuyen, mientras que el sistema nervioso controla los movimientos involuntarios.
Según el médico veterinario zootecnista Francisco Javier Carbajal, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán de la UNAM, el número y duración de los sueños de un perro dependen, en parte, de su raza y tamaño. Por ejemplo, los perros pequeños pueden tener hasta seis sueños en una hora, mientras que los de talla grande suelen experimentar uno cada dos horas. Además, los cachorros tienden a soñar más que los perros adultos.
¿Qué sueñan los perros?
Estudios de la Universidad de Harvard, citados por la UNAM, sugieren que los sueños de los perros están relacionados con sus experiencias cotidianas. Por ejemplo, los perros suelen soñar con sus humanos, actividades cotidianas o situaciones específicas que han vivido.
Las experiencias positivas, como los juegos, las caricias o una buena interacción social, generan sueños agradables y favorecen un descanso reparador. Por otro lado, las experiencias negativas, como el estrés, el maltrato o situaciones de abandono, pueden provocar pesadillas recurrentes.
La relación entre los sueños y el descanso
Un estudio realizado en 2017 por el Instituto de Neurociencia Cognitiva y Psicología de Hungría analizó cómo las experiencias sociales afectan la calidad del sueño de los perros. Según esta investigación, los perros que vivieron situaciones positivas lograron mayor tiempo en sueño profundo, con un promedio de 20 minutos adicionales en comparación con aquellos sometidos a experiencias negativas.
Por el contrario, los perros que enfrentaron situaciones adversas mostraron patrones de sueño más fragmentados y un incremento en el tiempo dedicado a la fase REM, asociada a los sueños. Aunque una mala noche ocasional no representa un problema grave, la falta de descanso constante puede afectar su comportamiento, haciendo que el perro esté más irritable o menos receptivo al aprendizaje.
Perros rescatados y sus sueños
Los perros que han vivido en la calle o en condiciones de abandono tienden a experimentar más pesadillas debido a los episodios de estrés que enfrentaron, como la falta de alimento, las inclemencias del clima o los riesgos de accidentes. Estas experiencias no solo afectan sus sueños, sino también su capacidad para descansar adecuadamente.
Recomendaciones para cuidar su descanso
Es importante permitir que los perros completen sus ciclos de sueño sin interrupciones bruscas. Si un perro está gruñendo o haciendo movimientos involuntarios mientras duerme, lo ideal es no despertarlo directamente. En su lugar, se recomienda emitir algún sonido a distancia para evitar que se sobresalte.
La calidad del descanso de un perro está estrechamente vinculada a la calidad de vida que le proporciona su familia humana. Por ello, garantizar un entorno positivo y seguro no solo mejora su bienestar general, sino también la calidad de sus sueños.